Si tienes en cuenta esas premisas mínimas, ya puedes comenzar a escribir un relato. Aquí dispones de quince ideas que pueden motivarte. Al tiempo, te servirán de ayuda a la hora de seguir un sistema y trazar una disciplina de trabajo:
1) Dos bolsas: una con nombres propios; la otra, con apellidos. Cada alumno coge un papel de cada. A partir de ahí ha de hacer un relato que gire en torno a dicho personaje.
2) Continuar desarrollando un relato a partir de una frase o un párrafo, dados al comienzo. Ejemplo: “La gente corría por las calles de manera alocada. Por la ventana entraba un zumbido caótico en aumento. Me puse algo por encima y bajé al portal…”
3) Condicionar un relato a la ausencia de una determinada clase de palabras; por ejemplo, preposiciones. O prohibiendo la utilización de una vocal concreta; por ejemplo, sin la letra e.
4) Escribir un relato en un contexto circunstancial dado; por ejemplo, en el desfile de las carrozas de las fiestas de Getafe. Y en una localización dada; por ejemplo, en la calle Madrid.
5) Darles dos sustantivos cogidos al azar de dos bolsas distintas. Ambos grupos no deben tener afinidad alguna. El alumno tiene que montar un relato que ponga en relación las dos palabras. Por ejemplo, gafas-manzanilla.
6) Relatar de manera inversa, comenzando el texto por acontecimientos que son posteriores en el tiempo lógico. Por ejemplo, haciendo aparecer un cadáver al principio y dejando el crimen para el final del relato.
7) Dar al alumno la idea de una máquina imposible (por ejemplo, la máquina de vestirse) e incitarle a conformar un relato con ella como núcleo vertebrador.
8) Partiendo del resumen de un cuento famoso (por ejemplo, Aladino), poner la condición de adecuarlo a la época actual y a una localidad concreta.
9) Se proporciona al alumno una palabra extraña. Por ejemplo, BALQUIJE. A partir de ella y de manera libre tiene que montar un relato que gire en torno a dicha palabra.
10) También se le puede presentar una fecha sin más; por ejemplo, un lunes, 27 de febrero de 2008; y animar al alumno a encuadrar el relato como si en esa fecha se produjese algo muy importante.
11) Poner la condición de escribir en un entorno histórico conocido y adecuado para los alumnos; por ejemplo, un relato en la época de los romanos.
12) Escribir un relato con la condición de utilizar un número dado de palabras con prefijo. No vale repetir ninguno de ellos.
13) Coger objetos inanimados y conformar un relato ilógico como si fuesen sujetos de carne y hueso. Por ejemplo: "La escoba no sabía que tomar a esas horas de la mañana. Por fin, acuciada por la mirada de aquel desodorante que atendía detrás del mostrador, se decidió por un café con leche..."
14) En base al temario de Lengua del curso en cuestión, se puede animar a los alumnos a escribir numerosos y diversos relatos. Por ejemplo, partiendo de una palabra polisémica (banco), el alumno ha de hacer un relato en el que intervengan todas y cada una de las acepciones.
15) Hacer un relato con motivo de un día conmemorativo; por ejemplo, por el Día de
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