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Un camión pasó por mi casa y un chico lo paró. Había muchas cosas: libros, mapas, pizarras, sillas... Habían construido un instituto junto al Clara Campoamor. Mi tía iba a trabajar allí dando Química, Física, Biología y Tutoría. La acompañamos, lo vimos y nos gustó mucho. Había un patio amplio y limpio, con una cancha y una pista para jugar al fútbol; aulas muy bonitas, con pizarras digitales, pantallas para cada alumno, muchos libros y varios diccionarios; un salón para actos con butacas rojas; una sala con máquinas con sandwich, chocolatinas y otras cosas.
¿Dónde están las preposiciones?
Ya habían caído las primeras gotas. Se notaba que la primavera ya estaba aquí. Siempre que llegaba mayo se notaba, porque algún que otro día llovía y la gente no podía salir. Era muy difícil quedarse. Cuando hacen esos días leo y, cuando me aburro, pongo la tele y veo lo que hay. Cuando me canso, probablemente ya no llueve y salgo y doy un paseo. También compro algunas cosas que necesito. Más tarde ceno, porque ya no me da tiempo... no puedo hacer nada más.
