20 diciembre, 2007

Alfonso González Gallego,
6º de Primaria.

Las aguas bajan cristalinas. El arroyo contrasta perfectamente con la verde llanura que había junto a las montañas en las que nacía. Peladas por la nieve, reflejaban una pradera de un color verde intenso. Los tonos de la Naturaleza son muy bonitos; aún más con el cielo, tan claro como las aguas del arroyo junto al que escribo este relato. Aquí me inspiro como un pintor en el paisaje que me rodea. Tanto en la pradera como en las montañas, tanto en el suave arroyo cristalino como en el cielo de color azul claro que está sobre mi cabeza.

1 comentario:

Rosalía dijo...

Me ha gustado mucho tu texto. Pasaremos a leerte siempre que podamos.
Un saludo.
Marta y Laura