20 diciembre, 2007

Noelia Manjavacas López,
6º de Primaria.

De pronto llegó el frío. Ya era invierno y todos los escaparates de las tiendas estaban llenos de abrigos y ropa de temporada. También se podían ver arbolitos y decoración navideña.
Este año, en casa de Enrique no habría nada de esas cosas. No tenían dinero y se tendrían que conformar con lo que tenían. El trabajo de su padre, escaseaba. Era un copista que reproducía libros y se los vendía a sus vecinos, de forma que ganaba poco dinero y apenas le daba para comer.
Aún así, Enrique tenía la satisfacción de que estaba rodeado de unos buenos vecinos y amigos, que no le abandonarían en esas frías tardes de invierno.

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