20 diciembre, 2007

Daniel Salazar Martín,
6º de Primaria.

Los faroleros no paraban de encender farolas por la niebla que había. Era una noche muy oscura y dura para ellos. Además, a las dos de la noche comenzó a llover. Mi familia y yo les ayudamos y así quedaron encendidas todas.
- Muchísimas gracias -dijo uno de los faroleros.
- De nada -contestamos mi familia y yo.
Y nos fuimos muy contentos a nuestra casa a disfrutar de una larga noche de Navidad.
A los tres días hacía un poco más de buen tiempo y al atardecer les volvimos a ver y ya no tenían ninguna dificultad.

1 comentario:

JORGE dijo...

Hola Dani me ha gustado mucho tu texto ha sido muy bueno. Hasta luego.


Jorge